Es muy posible que a día de hoy ya estés familiarizado con el significado de conceptos como Transexualidad, género, sexo u orientación sexual.
Las personas transgénero son aquellas cuya identidad de género o la expresión de ésta difiere de aquella esperada culturalmente según la asignación de sexo masculino o femenino al nacer.
Las personas Trans son posiblemente el colectivo más discriminado, el que sufre de mayores prejuicios y con efectos más nocivos de todas las siglas del colectivo. Y si por si eso no fuera suficiente, las mujeres trans son las más discriminadas de todas tanto desde el punto de vista familiar como laboral.
Dado lo anterior, se ha planteado que la población transgénero posee mayor riesgo de problemas en salud mental que la población cisgénero (personas cuyo sexo e identidad de género concuerdan) y que otras minorías sexuales y de género (gays, lesbianas y bisexuales) debido, en parte, al mayor estrés que sufren por ser víctima de prejuicio sexual.
¿Cuáles son los principales problemas de salud mental que tienen las personas trans?
Las personas transgénero presentan elevados niveles de depresión, angustia y abuso de sustancias, un riesgo nueve veces mayor de suicidio y alta prevalencia de malestar psicológico grave.
Por todo ello, nuestros compañeros y compañeras trans tienen menor acceso a cuidados de salud que sean afirmativos de su identidad/expresión de género.
Para asegurar el derecho a la salud mental y para desarrollar un tratamiento clínico adecuado es importante que cuando una persona transgénero necesite ayuda psicológica, se atienda bajo las mismas normas y pautas metodológicas que se aplican con cualquier persona que necesita atención. Si se parte de la normalización, centrada en el individuo, se estará tratando a la persona transgénero respetuosamente, lo que permitirá que su tratamiento terapéutico tenga resultados favorables.
Aunque si bien es cierto, debido a la estigmatización que sufren las personas transgénero en el sistema sanitario, es necesario que haya profesionales de la salud sensibilizados con la realidad que viven las personas trans. Y apesar de que el tratamiento sea centrado en el individuo y por tanto, partiendo de la normalización y no de la patologización de la transexualidad, un profesional de la salud mental entrenado para abordar casos libre de estigma y prejuicios es la mejor forma de ayudar a nuestros aliados.